domingo, 12 de julio de 2009

SENSACIONES

Dicen que las comparaciones son odiosas y es verdad. Los primeros diez días que estuvimos en Vietnam nos pasamos comparando a los vietnamitas con los chinos y como conocimos a gente fenomenal en el gigante asiático, no estábamos disfrutando mucho la estadía en Vietnam. Creímos que la comunicación iba a ser más sencilla, porque supuestamente hablan más inglés, pero no es tan así. Además, hay que pelear todos los precios; nos habían dicho que Vietnam era más barato que China y nos calentábamos cuando no conseguíamos bajar los precios. Cuando contratamos tour teníamos que asegurarnos de tener todas las prestaciones escritas en un recibo, porque nos enteramos de que varias agencias no cumplían los servicios que te ofrecían y sin recibo no tenías cómo protestar. Fue un tanto agotador. Nos calentamos más de una vez y los puteamos en otras varias ocasiones. Tenemos que apreciar a Vietnam tal como es, sin comparar; observar y conocer, sin convertirlos en dioses ni demonios… y aprender, para eso estamos haciendo este viaje.

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