domingo, 12 de julio de 2009

TODO SOBRE EL AGUA

La principal característica del delta del Mekong es que sus pobladores (unos 17 millones) viven y trabajan sobre el agua; hay pueblos enteros construidos arriba del río. Y por otro lado, acá se concentra la principal producción de arroz de todo Vietnam.

En esta zona, los botes se llevan el papel protagónico, son el principal medio de transporte, pero además los usan como puesto de feria, como kiosco e incluso como casa.

Link a fotos Delta del Mekong

El tour que contratamos demoraba dos días, desde Saigón hasta Phnom Pen; pasamos la noche en Chau Doc (ciudad grande de la zona) y en el trayecto fuimos haciendo varias paradas:
- una casa flotante con criadero de peces. Algunas familias, en general ayudadas por el gobierno, construyen debajo de sus casas criaderos de peces (de cuatro metros de profundidad) y con la ganancia del negocio van devolviendo el préstamo.
- una fábrica artesanal de láminas de arroz; las usan mucho en la cocina, es el material con el que se envuelven los arrolladitos primavera.
- un islote donde hay familias enteras de artesanos que trabajan la madera.
- en una fábrica artesanal de leche de coco; los vietnamitas la usan para todo, es como la leche de vaca para nosotros, hacen caramelos, galletas, postres.
- en un pueblo de 7.000 habitantes, llamados Cham, es una comunidad islámica, los primeros musulmanes que encontramos en el viaje.

Esta zona del Mekong es la última que visitamos en Vietnam. Hasta este momento no nos habíamos probado los típicos gorros vietnamitas (que usan las mujeres), así que pedimos uno prestado por lo menos para sacarnos una foto.

CURIOSIDADES VIETNAM



Las mujeres se cuidan mucho del sol; a las horas donde pica más, es normal verlas caminando, en bici o moto con paraguas y tapa bocas. Llegamos a verlas con guantes de lana en la playa!

HO CHI MINH - SAIGÓN

Link a fotos Ho Chi Minh - Saigón

Saigón es la capital de Vietnam del sur; es una ciudad muy densamente poblada, tiene 6.300.000 millones de habitantes. No le dedicamos más que un día porque queríamos cruzar la frontera el 17.

Acá nos re-encontramos con las bocinas y las motos, como en Hanoi; algunos llegan a dormirse arriba de los bi-rodados. También vimos varios mercados, de alimentos, frutas, verduras, carnes, había de todo; y también de ropa y zapatos.

Durante varios días estuvimos diciendo que teníamos que comer alguna comida exótica, así que ese día lo concretamos y en la cena pedimos una rana a la manteca; la verdad estaba muy buena, la carne parecida a la de pescado o pollo.

Saigón fue renombrada después de la independencia de Vietnam, y en homenaje a su líder comunista la llamaron Ho Chi Minh. Pero el grueso de la gente sigue llamándola Saigón, quizás por costumbre.

También aprovechamos para visitar el Palacio de la Reunificación, también llamado Palacio de la Independencia. Era una especie de casa de gobierno que ahora es solo museo.

Desde Ho Chi Minh contratamos un tour para ir hasta Phnom Penh, la capital de Camboya, en barco a través del delta del Mekong, uno de los ríos más grandes de Asia.

VESTIGIOS DE CIVILIZACIONES ANTIGUAS - MY SON

Desde Hoi An fuimos a conocer las ruinas de My Son; ruinas antiguas de templos budistas, que en sus orígenes habían sido hinduistas; se notaba en la arquitectura, era bien distinta a las construcciones budistas de China y del resto de Vietnam. Tienen el mismo estilo arquitectónico que Ankor Wat en Cambodia. Nos volvimos a Hoi An en barco por un río que no pudimos averiguar el nombre pero por el color suponemos que era el amarillo, era muuuy amarillo!

De tarde nos tomamos un ómnibus a Ho Chi Minh con escala en Natrang, otro balneario lindo de Vietnam. Salimos 19.30 y llegamos a Natrang a las 6 de la mañana, teníamos una hora y media de espera, ni lentos ni perezosos, fuimos a bañarnos a la playa. El agua estaba a temperatura perfecta y bien transparente, un buen refresque. 7.45 salimos en el ómnibus hacia Ho Chi Minh (ex Saigón), parando a almorzar en Mui Ne.

BALNEARIO DE MODISTAS – HOI AN

Hoi An está sobre la costa, en el centro-sur del país. Es un balneario original: ofrece turismo de alta costura. Además de tener lindas playas y una costanera llena de barcitos pintorescos, tiene cientos de tiendas donde te ofrecen vestidos, polleras y pantalones de todo tipo, hechos a medida. Tienen prendas ya confeccionadas, pero si querés otro talle, otro color o tu propio diseño, ellos te lo hacen en dos días. Es la perdición para las mujeres, porque además es una ganga.

Llegamos al balneario de modistas terminando la tarde. No habíamos reservado hostel porque queríamos verlos antes de decidir. En la calle nos cruzamos con Juan y Lucía, también del grupo de CCEE, y esa noche salimos a comer sobre el río.

Al otro día alquilamos bicis y nos fuimos los seis a la playa. Olas, palmeras, calor y buena temperatura del agua, nos quedamos un par de horas en el mar y nos fuimos a almorzar. De tarde recorrimos la ciudad vieja y de noche pintó cena despedida de Juan y Lu que seguían para Ho Chi Minh.

El tercer día alquilamos motos por el día para ir a la Montaña de Mármol y a Danang (un balneario a treinta kilómetros de Hoi An). A lo largo de la costa vimos un montón de predios cerrados, donde se estaban construyendo hoteles de las cadenas más conocidas. Dentro de 5 o 10 años suponemos que habrá complejos hoteleros enormes, lujosos y con playas privadas. Vimos también un par de caseríos de pescadores que probablemente saquen de sus tierras cuando terminen las mega-construcciones.

A la vuelta nos armamos un mate y nos fuimos a ver el atardecer a la playa. Después de que se oculta el sol la playa agarra un color bárbaro! Se arman mesitas con alfombras y ponen velitas en el medio y se ilumina toda la playa. Y claro, aprovechamos para cenar ahí, con un entorno espectacular.

Al día siguiente en el desayuno conocimos un americano cincuentón, que estaba en Vietnam de vacaciones y planeando la redacción de un libro sobre la guerra de USA ahí. Estuvimos charlando un buen rato con él, porque nos intrigaba cómo veían los yankies la guerra de su país contra Vietnam. Fueron asombrosos su falta de autocrítica, su reproche a la información sesgada en los museos vietnamitas y su convencimiento de que si los americanos ganaban la guerra, Vietnam estaría más desarrollado como país. En el fondo se creen un poco salvadores del mundo, qué lástima.

CIUDAD DE EMPERADORES - HUE

Hue es de las ciudades más antiguas de Vietnam. Era el sitio donde vivían los emperadores, antes de que llegaran los colonizadores franceses. En el lugar había una triple ciudad amurallada; una primera muralla de la ciudad vieja, otra segunda muralla de la ciudad imperial y otra tercera muralla de la ciudad prohibida, donde solo podía estar el círculo del emperador.

A la entrada de la ciudad vieja se encuentra el mástil más alto de Vietnam con la bandera del país. A los costados hay nueve cañones; cuatro representan a las estaciones y los otros representan los cinco elementos esenciales: agua, tierra, fuego, aire y metal.

Ésta ciudad no tenía ni la gloria ni el esplendor de las construcciones chinas. Estaba todo bastante deteriorado, la muralla plagada de heridas de guerra, con varias cicatrices de bombas. Vimos a varios vietnamitas haciendo trabajos de restauración, pero falta mucho para que quede prolijo.

Como en el norte de Vietnam, vimos acá mucho trabajo a mano: aserraderos, zapateros, agricultores, con muy poca tecnología y maquinaria.

Salimos a dar una vuelta en barco por el Río Perfume. El único olor que sentimos era bastante desagradable, pero bueno, quizás en el pasado había buenos aromas. Estuvo interesante porque se ve la ciudad desde otra óptica, se ve la parte de atrás de las construcciones. Pasamos por barrios lujosos y villas pobres. Conocimos también comunidades de personas que viven en botes sobre el agua.

Al día siguiente alquilamos motos y nos fuimos a Vinh Moc a 120 km de Hue; todo un desafío para los novatos motoqueros. Ahí visitamos túneles que fueron utilizados como lugar estratégico y escondite del Vietcong (ejército comunista) y también como refugio para las familias del pueblo de Vinh Moc. Son unos cuantos kilómetros de túneles que están a 12, 15 y 23 metros bajo tierra. Están muy bien preservados. Adentro de los túneles pensábamos en los sentimientos de los vietnamitas durante la guerra; qué paradójico que para ellos ese lugar subterráneo, oscuro y húmedo, fuese la “luz” y la seguridad; mientras que el afuera y la luz del día, eran sinónimos de peligro, oscuridad y muerte.

En seguida de los túneles hay unas playas donde paramos un par de horas antes de volver a Hue. No eran cosa de otro mundo, pero igual disfrutamos. En una caminata quedamos helados cuando nos ofrecieron un niño. Las personas no hablaban inglés, por eso no entendimos bien la jugada, pero nos hacían señas de que nos lleváramos al nene. No sabemos si nos lo querían vender o qué; nos queríamos morir.

A mitad de la vuelta pinchamos una de las motos. Estábamos en plena ruta y otra vez problema con las motos. Por suerte encontramos un mecánico a unos 150 mts, no podíamos creer! Después del arreglo seguimos la marcha y llegamos perfecto a Hue para devolver las motos, comer y dormir, después del día agitadito.

SEGUIMOS BAJANDO

A la vuelta del tour pensábamos irnos enseguida a Hue, pero nos quedamos con ganas de visitar algunos lugares así que alargamos un día más la estadía en Hanoi para visitar el mausoleo y museo de Ho Chi Minh, el líder comunista que peleó por la independencia del país y por la unión de Vietnam del sur y del norte. El país recién se independizó en 1945, una fecha bastante reciente, como muchos de los países asiáticos de la vuelta. También visitamos el museo de Historia de Vietnam y el de la Revolución.

Es impresionante la idolatrización que tienen con Ho Chi Minh. Su imagen está en todas las escuelas. Le hicieron un mausoleo enorme donde está embalsamado y se lo puede ir a ver, bajo medidas de seguridad, no se puede ni hablar. Cuando fuimos a visitar el lugar nos cruzamos con un número altísimo de escolares que recorrían el lugar, se ve que desde chiquitos les inculcan el respeto y la devoción por el líder comunista.

Parece que Ho Chi Minh al morir quería ser cremado y que repartieran sus cenizas a lo largo de Vietnam, como símbolo de unificación, pequeño detalle que no se cumplió.

De Hanoi nos fuimos en ómnibus a Hue, que queda hacia el sur unos 600 km.

LO QUE PUEDE HACER UNA COLA – BAHÍA DE HALONG

Cuenta la leyenda que un dragón saliendo de una montaña hacia el mar, coleteó fuerte y rompió la montaña, formando y desparramando en la bahía miles de pequeñas islas de formaciones rocosas.

Cuando la naturaleza se expresa el hombre debe frenar y admirar/obervar/absorver; igual que en Jiuzhaigou, no hay palabras para expresar el paseo a través de los islotes, ni las fotos lo pueden reflejar.

Primer día subimos al barco, almorzamos, fuimos a visitar dos cavernas, paseamos por la bahía, nos bañamos (descubrimos en carne propia que acá también hay aguas vivas y que pican igual que en Uruguay), vimos la puesta del sol, cenamos y después nos quedamos un par de horas en el techo del barco disfrutando de la noche con nuestro clásico licor casero.

El segundo día nos quisimos levantar temprano para ver el amanecer pero estábamos muertos y nos lo perdimos. De todas formas nos teníamos que levantar temprano porque 6.30 teníamos kayak al rededor de algunas islas. De ahí nos fuimos a Cat Ba, una isla muy grande que una de las funciones que tuvo durante la guerra era refugiar y cuidar a los soldados heridos.
Una vez en la isla subimos un cerro que tenía un mirador para vigilar focos de incendio en la isla. Después fuimos a almorzar y de ahí a la isla de los monos. Es una reserva natural de monos con dos playas muy lindas. Ahí estuvimos mano a mano con monos sueltos y disfrutamos del agua cristalina. Volvimos a Cat Ba y alquilamos unas bicis dobles para recorrer la rambla portuaria antes de la cena. Por todos lados vendían perlas, porque es una zona típica de cría de ostras; hay un sin fin de perlas, de varios colores, tamaños y calidades.
Después de cenar fuimos a un pub tomamos algo con unos italianos que conocimos y con nuestro guía, que era re macanudo. Después, al sobre.
Al tercer día nos íbamos temprano de la isla así que nos levantamos con tiempo para poder darnos nuestro último baño en las aguas de la Bahía de Halong. De Cat Ba nos fuimos en barco paseando por la bahía hasta la ciudad de Halong (en el continente) donde almorzamos y de ahí vuelta a Hanoi.

MOTO BOCINERA - HANOI

Llegamos a la capital de Vietnam en tren; fuimos recibidos por un sin fin de motos bochincheras que hacían competencia a ver cuál tocaba más bocina, los autos por supuesto también entraban en el juego.

El primer día salimos a recorrer la ciudad vieja. La zona está llena de comercios que se dividen por rubros en distintas calles; así hay una calle con zapaterías, otra con ferreterías, otras con ropa y hasta más específicas, por ejemplo una calle con casas que venden remeras deportivas. Muchos comercios, uno de cada dos, tienen servicios de tour; entrás en una zapatería, pedís para ver unas zapatillas y te traen el folleto con la excursión a tal o cual lugar, es impresionante.

Acá parece que no existe patentar los nombres de las empresas; cuando a una empresa le esta yendo bien, enseguida se le instalan otras al lado con el mismo nombre y servicio y nunca te podés dar cuenta cuál es la original y cuál es la trucha.

De noche fuimos al teatro a ver un espectáculo de marionetas de agua. Es una tradición centenaria de Hanoi, tiene unos diez siglos. En sí no nos pareció una gran obra, pero tiene varias cosas interesantes: los instrumentos típicos vietnamitas que son súper raros, la calidad de las marionetas y la destreza que tienen los artistas para manejarlas.

El segundo día queríamos visitar el mausoleo de Ho Chi Minh y algunos museos pero estuvimos cruzados con los horarios y no pudimos entrar a todos los que queríamos. Además perdimos varias horas mandando encomienda a Uruguay, porque veníamos desde China muy cargados.

Para el 3 de mayo contratamos un tour a la bahía de Halong por tres días y dos noches (la primera en el barco y la segunda en un hotel en la isla Cat Ba). El tour tenía además visita a cavernas, kayak, playas en islas y una visita a un parque natural en una de las islas.

SENSACIONES

Dicen que las comparaciones son odiosas y es verdad. Los primeros diez días que estuvimos en Vietnam nos pasamos comparando a los vietnamitas con los chinos y como conocimos a gente fenomenal en el gigante asiático, no estábamos disfrutando mucho la estadía en Vietnam. Creímos que la comunicación iba a ser más sencilla, porque supuestamente hablan más inglés, pero no es tan así. Además, hay que pelear todos los precios; nos habían dicho que Vietnam era más barato que China y nos calentábamos cuando no conseguíamos bajar los precios. Cuando contratamos tour teníamos que asegurarnos de tener todas las prestaciones escritas en un recibo, porque nos enteramos de que varias agencias no cumplían los servicios que te ofrecían y sin recibo no tenías cómo protestar. Fue un tanto agotador. Nos calentamos más de una vez y los puteamos en otras varias ocasiones. Tenemos que apreciar a Vietnam tal como es, sin comparar; observar y conocer, sin convertirlos en dioses ni demonios… y aprender, para eso estamos haciendo este viaje.

VIETNAM, FRASES CLAVES

Hola = sin-chao
Adiós = tam-bien
Gracias = ca-mon
Sí = ya
No = kom
Por favor = la-mon
Arroz = com
Rollito vietnamita = nem
Pescado = ca
La cuenta = tan-tien
Bus = sa-bi
Bathroom = fom duhm

ARRANCANDO VIETNAM






Vietnam nos recibió con mucha lluvia, estamos desde hace tres días y sólo uno permitió salir a recorrer tranquilos; los otros dos salimos bajo agua. Ya encontramos los primeros contrastes con China, son mucho más limpios que los chinos y hablan más inglés; aparentemente todos hablan algo de inglés, pero la mayoría saben lo mínimo indispensable como para ofrecerte lo que tienen, sea un producto o un servicio. Son negociadores a más no poder. En una casa u hotel podés encontrarte con una agencia de turismo, una arrendadora de bicis y motos, un kiosco o todo a la vez!

Abandonamos los techitos chinos, construcciones de madera y barro para adentrarnos en construcciones de ladrillo y planchada, mucho más parecidas a las nuestras, tienen una influencia occidental mucho mayor. Vietnam originalmente tenía una cultura muy semejante a la China, pero los franceses llegaron a colonizar y cambiaron muchas tradiciones; de pique quemaron libros y les impusieron el alfabeto occidental. La relación de Vietnam con occidente se fue dando a los ponchazos; siglos después de los franceses llegaron los americanos para pelear contra los comunistas y el país quedó destruido.

Vietnam parece estar mucho más abierto al mundo que China; quizás por su historia, quizás porque es un país pequeño y necesita el intercambio con el exterior para sobrevivir. Además la gente es muy simpática, en los pueblos chicos sonríen y te saludan todo el tiempo.

Estamos en Sapa un pueblo cerca de la frontera con China, es conocido porque en sus alrededores tiene muchas villas de vietnamitas que aún mantienen costumbres antiguas; se ve en la vestimenta, en el estilo de trabajo, en las casas. Hacen todo a mano, desde los tejidos e hilados hasta el arado de la tierra que es con herramientas de madera tiradas por bueyes.

Estas villas, si bien son muy tradicionales, aprovechan también el turismo. A penas llegas se te tiran arriban mujeres y niños para vender sus artesanías. Algunas de las frases con las que arrancan: Buy me, Which is your name? From which country are you? How old are you? Do you have children? Al principio parece que todos hablan bastante inglés, pero la conversación no va mucho más allá de esas frases, salvo con algunas personas.

Ayer alquilamos dos motos para los cuatro. Empezamos con el pié izquierdo, porque ya de pique nos cagaron. Había dos tipos de motos y dos precios, las honda y unas truchas chinas. Nosotros alquilamos dos hondas, pero una de esas lo único que tenía de honda era una calcomanía. Era una garra, pero nosotros con la emoción de alquilar motos, ni nos dimos cuenta hasta que ya estábamos lejos, cosas que pasan. En China la gente no era tan así; los chinos son bravos para negociar, pero cuando llegás a un acuerdo cumplen con su palabra. En Vietnam parece que tenés que estar más atento para que no te jineteen.

Volviendo a las motos, todos teníamos algo de teoría pero poco y nada de práctica. Nos fue bastante bien, los caminos no eran fáciles, mucho barro y pozos, pero le fuimos agarrando la mano; sólo tuvimos una caída, nada grave, nosotros intactos, no así la moto trucha, a la que se le rompieron algunas partes. Por suerte no nos cobraron nada, porque estuvimos media hora reprochándoles que nos habían dado la moto trucha y habíamos pagado más.

Empezamos la recorrida por la villa de Lao Chai. El primer contacto es con una escuela, con salones de madera, sin puertas y pocas sillas. Los niños estaban en el recreo, así que aprovechamos a meternos para adentro, hablamos un poco con una maestra y a Majo le salió la niña de adentro y se metió en el juego de las nenas que estaban jugando al elástico; sí, al elástico, también se juega de este lado del mundo.

De ahí seguimos hacia el valle y nos cruzamos con alguna construcción, eran muchos trabajando y volvimos a ver la clásica construcción de madera china (pero sin techitos en punta ni adornados).

Las villas están entre las montañas y aprovechan todas las laderas para cultivar en terrazas. Todas las terrazas están comunicadas con sanjas a través de las que corre el riego. Casi todos los cultivos son con inundación, calculamos que es todo arroz, pero también se pueden ver otro tipo de plantas.

De ahí seguimos hacia Ta Van, otra villa, a través de unos caminos angostos y más difíciles de manejar la moto, pero igual le metimos para adelante. Ahí paramos para almorzar, nos metimos primero en un almacén que parecía ofrecer comida, pero sólo tenía refrescos y galletitas. Encontramos otro con cocina y nos metimos para adentro. Nos ofrecieron la comida que tenían hecha, pero no nos apetecía. Habíamos visto que tenía papa, cebolla y huevos a la venta, entonces le pedimos que nos cocinara eso. Nos hizo un rico ensopado. Tratamos de ayudarlos a cocinar, pero obviamente lo hacen mejor que nosotros así que no les fuimos de mucha ayuda pero al menos vimos cómo cocinaban. Definitivamente son mucho más limpios que los chinos, mesadas limpias, trapos limpios, cuchillos limpios, manos limpias…

Después emprendimos rumbo hacia Giang Ta Chai donde paramos a comer helado y de ahí seguimos a Ban Ho donde había termas y cascadas. Primero fuimos a las termas, pero nos llevamos otra desilusión (al igual que en las de China), chuiquita, agua tibia tirando a fría, pero al menos éstas estaban limpias. Pero como todo, había que pagar y no nos pareció que valía la pena. Además ya se nos había hecho tarde para la vuelta así que también nos quedamos con las ganas de ver las cascadas.

De noche nos fuimos a un restorán a festejar el día, ofrecían un menú completo bastante variado y rico. Lo extraño fue el postre que ofrecían panqueque de limón, cuando llegó el plato lo único que había era un panqueque y un pedazo de limón, esperamos un rato a que trajeran el relleno, pero cuando nos dimos cuentas que eso era todo escurrimos el pedacito de limón en el panqueque, le tiramos un poco de azúcar por arriba y marchó para adentro. No resultó tan malo el postre a pesar de no tener relleno, pueden probarlo en sus casas.

La última mañana que estuvimos en Sapa, salimos a caminar, y como de costumbre cinco mujeres nos empezaron a perseguir para que les compráramos algo. Después de sucesivos intentos para hacerles entender que no les íbamos a comprar nada, nos pusimos a cantar y a hacer pavadas y se reían como locas. El siguiente intento de acercarnos a ellas fue dándoles a probar mate, definitivamente es un objeto q les llama la atención. Sólo una se animó a probarlo, fue muy gracioso ver sus gestos.

APUNTES CHINOS

CHINA POR TIERRA

China está atravesada por un sistema férreo impresionante, que sale de las grandes ciudades en casi todas las direcciones. Hay cuatro tipos de trenes: D, T, K y los sin letra; lo que varía es la calidad y rapidez, los mejores son los D y los peores los sin letra.
Pero entre ciudades menos importantes, sobre todo en el centro-oeste de China, el ómnibus es el medio de transporte por excelencia; es la zona menos desarrollada. Igual impresiona el nivel de las carreteras, está bárbaro, teniendo en cuenta las distancias enormes que tienen que cubrir y la cantidad de montañas que atraviesan. Es difícil manejar, porque las carreteras están llenas de curvas cerradas que van por las laderas de las montañas, es casi imposible ver lo que viene de frente. Los chinos manejan tranquilos, no se calientan si tienen que frenar para dejar pasar al que viene de frente, pero apenas pueden meten para como locos al acelerador. Una de las rutas que hicimos es tan complicada que sólo se puede transitar durante el día, en la provincia de Sichuan, donde se produjo el terremoto el año pasado.


W.C.

En las ciudades importantes nos encontramos con muchas indicaciones en inglés. Pero en la medida que nos alejábamos a zonas menos pobladas, hacia el centro del país, las indicaciones eran solamente de los ideogramas indescifrables del idioma chino. Rarísima vez se ve alguna cosa escrita e inglés; aunque siempre esta la excepción: en todos lados el cartel para indicar el baño es: WC, ni siquiera está en idioma chino.


PERSONAJES CHINOS PARA EL RECUERDO

El viejo de Shangai que estaba haciendo chi kung en la plaza y nos enseñó a saludar juntando las manos y haciendo una reverencia.

El policía de la terminal de tren de Shangai que hizo que pasáramos la noche en la sala vip cuando perdimos el tren.

Nicholas; lo conocimos en el tren a Beijing pidiéndole que nos cambie el asiento para que Andrés y Gabi fueran juntos. En Beijing nos explicó cómo llegar al hostel, nos sacó a pasear toda una tarde y nos llevó a cenar. Hizo doce horas de tren para ir con nosotros hasta Pingyao, y conocer juntos la ciudad.
Trabaja en una empresa que fabrican paneles solares y productos que se alimentan con luz solar. Nos regaló a cada uno una linterna que se carga al sol (diseñada por él) y un juego de palitos chinos.

El hombre que nos guió y pagó el subte cuando llegamos a Beijing.

El que nos llevó en auto, de onda, desde la terminal de tren de Mianyang a la de ómnibus porque supuestamente estaba por salir el último ómnibus de ese día que nos servía.

Chris. En el omnibus a Songpan conocimos a Chris. Con su celular desde el ómnibus nos reservó un hostel. Esa noche fuimos a cenar con ella y nos contó bastante de China.

Juan Osvaldo y Tomas fueron los guías de nuestra cabalgata. No hablaban una pizca de inglés, todo fue por señas; no hubo forma de averiguar sus nombres, por eso los bautizamos. El mayor intercambio que tuvimos fue de canciones alrededor de la fogata, la noche que pasamos con ellos, muy divertido. Nos trataron súper bien, nos sorprendió su sencillez y alegría.

Emma, es una emprendedora neta; tiene un bar para mochileros en Songpan. Es muy atenta, trata de hacerte sentir como en tú casa. Nos aconsejó en un montón de cosas y nos ayudó con todo lo que le pedimos.
La chica de Kunming que caminó unas diez cuadras con nosotros para llevarnos hasta un banco; como no sabía explicarnos en inglés cómo llegar, fue con nosotros hasta ahí.

jueves, 14 de mayo de 2009

PUESTA A PUNTO

Hola!
hoy colgamos cuentos de nuestros pasos por la ciudad de Mianyang, antes de llegar al parque de Jiuzhaigou.
Y más anéctodas de lo que hicimos en Songpan: el pueblo, el horse trekking y un monasterio tibetano de la zona.

No pusimos fotos, en la próxima las colgamos

Abrazo!

martes, 28 de abril de 2009

HACIA EL SUR DE CHINA, CAMINO A VIETNAM

El 24 de abril dejamos Songpan. Tomamos bus para Chengdu, tempranito (6 am). Un viaje de los más pintorescos y complicados, entre las montañas, a alturas donde todavía se veía mucha nieve aunque era primavera, carretera fina y por momentos con piedras que se habían caído de las paredes rocosas de la vuelta.

Nos marcamos el objetivo de bajar expreso hacia Vietnam. Teníamos que salir de China antes del 30 de abril, así que metimos viaje maratónico.

En Chengdu pasamos una noche y al día siguiente tomamos tren para Kunming. Compramos tickets para un tren K. Agarramos los mejores lugares (soft sleeper): un cubículo de cuatro camas sólo para nosotros con puerta y tranca. El viaje fue de 20 horas, pero fue el mejor de todos por lo cómodos que estábamos. Nos hicimos terrible surtido y para la noche nos armamos un licor casero (leche condensada con brandi, mezclados a baño maría). Como pueden ver armamos terrible campamento y cada vez nos tratamos peor jeje.

Llegados a Kunming dejamos los bolsos en la terminal, fuimos a comprar los boletos a la frontera (Hekou) y después a recorrer la ciudad. Es muy grande y tiene muchos atractivos turísticos pero todos lejos, por ende sólo nos limitamos a caminar en el radio de la terminal.

El ómnibus a la frontera demoraba 10 horas, pero nosotros salimos a las 7.30 pm y llegamos después de las 7 am. Se nos hizo laaaargo, no solo por las horas de viaje, sino también que descansamos poco, porque cuando estábamos subiendo el guarda nos mostró un cartel que decía “cuidado con los ladrones”, por lo que estuvimos medio alertas toda la noche…

Escurrimos bien los 30 días de visa que teníamos jeje, y quedó tanto por conocer! Excusa quizás para un próximo viaje. China es inmensa, variada y tiene mucho para ver.

sábado, 25 de abril de 2009

PUESTA A PUNTO

Hola, estamos en Vietnam, todo viene bien, lo único es que acá no hay tanta posibilidad de internet como en China, por eso estamos atrasados con los cuentos.

Estuvimos por Sapa, Hanoi, Bahía de Halong, Hue y Hoi An. Esta noche salimos rumbo a Ho Chi Minh. Ya estuvimos haciendo modificaciones al itinerario, vamos a pasar un par de días por Kuala Lumpur. Después les contamos más.

Hoy subimos fotos de Jiuzhaigou. Pueden verlas cliqueando donde dice "fotos".

Abrazo!

viernes, 24 de abril de 2009

UN PUEBLO DEL INTERIOR, SONGPAN

Después de disfrutar de Jiuzhaigou nos fuimos a Songpan, un pueblo que queda a 100 km., porque nos dijeron que desde ahí se podía hacer la cabalgata a caballo que estábamos buscando. Es una localidad chica, con cosas bien típicas de campo, como un pueblo del interior de Uruguay. Es mucho más sencillo que las otras ciudades que visitamos. Nos resultó amigable para movernos y nos gustó mucho.

Como siempre desde el arranque, encontramos a algún chino que nos diera una buena mano. No habíamos encontrado todavía lugar donde quedarnos y en el ómnibus de ida conocimos a Chris y a su madre. Nos contaron del hostel que habían reservado ellas y nos reservaron a través de su celular para nosotros.

(SONGPAN - fotos del pueblo)

De tarde salimos a recorrer las calles; nos parecieron súper pintorescas. Había banderines de colores por todos lados (típico de pueblo tibetano). Vimos mucha gente vestida “normal”, como nosotros, y muchos con vestimentas típicas de la zona: telas y tejidos en la cabeza como turbantes, sombreros de varios tipos, mantas gruesas que tomaban forma de túnica o delantal y se lo agarraban con cintos, algunos eran de metal, bastante gruesos y todos tallados. Muchos niños, por todos lados; la mitad nos decía “hello” y se empezaba a reír, seguidos por los mayores del entorno.

Caminando entre las calles vimos en un callejón mucha gente y nos acercamos para chusmear, al mejor estilo chino jeje. Obviamente enseguida llamamos la atención y teníamos varios ojos arriba nuestro. Todos nos hablaban y se reían, pero ninguno hablaba inglés así que no entendíamos nada. Estaban comiendo en la calle, había mesitas con banquetas, una mesa grande donde apoyaban fuentes y varias cocinas improvisadas en tanques sobre las que se apoyaban unas ollas enormes. Parecía como un comedor público o una olla popular. Nos paramos a mirar y enseguida nos ofrecieron; les hicimos señas de que nos sirvieran un poco como para probar, pero nos sirvieron un platazo. Había varias ollas, todas con distintos tipos de comida. Nos dieron a probar de cada una. Todas muy picantes! La primera la comimos con gran esfuerzo pero las siguientes sólo nos dio para probarlas, eran muy fuertes. Les hacíamos señas de que nos estábamos quemando la boca y se morían de risa. Nos acercaron también un pote de arroz, que en parte ayudó a apagar el fuego.

Antes de despedirnos nos sacamos unas fotos y una de las cocineras, la más joven, nos dijo – en señas nuevamente – que le mandáramos las fotos por correo (el tradicional!). Sacamos la libretita y nos escribió la dirección en ideogramas chinos, como si nosotros entendiéramos algo! Después pedimos que nos lo tradujeran, para descifrar lo que decía.


A CABALLO POR CAMPOS CHINOS
(fotos del horse trecking)

Salimos el 22 de abril a las 9 de la mañana. Éramos nosotros cuatro y tres guías tibetanos que no hablaban una pizca de inglés. Después de tres horas y media a caballo por las montañas y carreteras llegamos al campamento, que consistía en una cabaña-tapera donde había una cocina a leña y afuera un lugar al descampado donde se armarían las dos carpas para dormir.

Nos prepararon un almuerzo sencillo y picante, pero estaba rico; consistía en unos pepinos saltados acompañados con unos panes caseros. De tarde nos llevaron hasta la puerta de otra reserva natural, para recorrerla por nuestra cuenta y volver después al campamento. El parque tenía varios lagos y unas termas. Lamentablemente, casi todos los lagos estaban secos y las termas estaban frías y sucias. De todas formas teníamos que bañarnos aunque sea una vez en China, así que pelamos ropa y al agua! El lugar era lindo, pero claro, al lado de Jiuzhaigou no tenía nada que hacer.

A la vuelta nos esperaban con las carpas armadas y la cena lista. Esta vez la comida fue más contundente. Después de la cena pintó fogón y cantarola improvisada en español y tibetano a la luz de las nubes, muy divertido! Se venía una linda tormenta así que nos quedamos con las ganas de meter una buena noche de estrellas. Llovió toda la noche pero a la mañana siguiente ya estaba todo despejado. Arrancamos el día con unos buenos mates y desayunamos “livianito”: arroz frito con huevos, verduras (poco picantes o muy picantes, eran las dos opciones que teníamos) y sopa de noodles (una especie de fideos de arroz, típicos de China). Después de la panzada emprendimos la vuelta entre cabalgatas y caminatas.


EMMA´S KITCHEN

El día que llegamos a Songpan se nos acercó una chica para ofrecernos asistencia. Hablaba perfectamente inglés. Al principio no le dimos demasiada bola. Nos dio una tarjetita que decía Emma´s Kitchen y nos dijo que si precisábamos algo pasáramos por ahí. Esta chica, que era Emma, es una tibetana que tiene un barcito pensado especialmente para mochileros y extranjeros: comida occidental, Internet, guías de distintas partes de Asia y mapas. Si bien nuestra idea del viaje es interactuar con lo local, saltamos de felicidad al poder comunicarnos más fluidamente y encontrar comida no picante y más perecida a la nuestra. Terminó siendo una referencia y nos ayudó a conseguir cosas que precisábamos, haciendo de traductora. Para ella esto es un negocio, su forma de mantenerse, pero igual nos pareció súper atenta y generosa. Una tipa emprendedora, que la pelea, ella misma cocina, atiende y promociona su local con ayuda de dos gurises más. Después del terremoto del año pasado, la afluencia de turistas a la zona quedó casi nula, por eso Emma también estaba copada de que visitáramos sus tierras.


MONASTERIO TIBETANO DEL ESTE
(Fotos monasterio)

El último día en Songpan fuimos a conocer un monasterio que queda a unos 20 kilómetros, en una villa tibetana. Sólo se puede ir en taxi o mini-van que contratás desde el pueblo. La villa era un salpicón de 20 casas y entre medio de ellas templos y lugares de oración. Los tibetanos rezan de una forma original; tienen unos corredores donde hay cilindros con oraciones, vos tenés que ir pasando y haciéndolos girar, y así vas rezando. Lo habíamos leído por ahí, pero un monje veterano con el que nos encontramos nos mostró en señas que sí, que así rezaba, y fuimos atrás de él girando los cilindros.

Después nos encontramos con monjes adolescentes o pichones de monjes; sabían dos o tres palabras en inglés. Nos saludaban, se reían, nos hacían comentarios inentendibles, se reían otra vez. Nos mostraron una especie de rosario que tienen con el que también hacen oraciones. Después se volvían a reír por la cantidad de pelos en las piernas y brazos de Alex (porque ellos apenas tienen). Nos hicieron una recorrida por varios templos, nos mostraban con señas algunas cosas de sus ritos, como prender inciensos o leer oraciones tocando el tambor. A las 2 horas y media nos estábamos volviendo para Songpan.

miércoles, 22 de abril de 2009

ODISEA CON BUEN PUERTO

MIANYANG, DE PASO

Solo teníamos claro que queríamos llegar a Jiuzhaigou. No es un lugar sencillo para ir, nunca lo fue, está metido entre las montañas; además, el año pasado con el terremoto muchas rutas se cerraron, lo que complica aún más la llegada hasta ahí. El sismo tuvo epicentro en la provincia de Sichuan, justamente donde queda Jiuzhaigou. Mirando el mapa y con un mínimo de información de Internet, tiramos monedita para marcar el siguiente destino: Mianyang; desde ahí podíamos tomarnos un ómnibus hasta el parque.

El tren era de 16 horas y los tickets los sacamos a último momento, esto implicó viajar en los peores asientos (hard seat), duros, que no se reclinan, poco lugar para las piernas y menos que menos para los bolsos. De acá en más todo fue una odisea.

Nos fuimos a la estación dos horas antes de que arrancara el tren, cosa de estar en primer lugar en la fila y poder conseguir lugar para los bolsos; porque siempre viajan muchos chinos en el tren; en realidad siempre hay muchos chinos en todos lados. Llegamos un tanto agitados a la estación y ya había una linda fila de gente; todos locales, con muchos bolsos, cajas, bolsitos y bolsotes, se ve que no somos los únicos vivos jeje.

Desde donde estábamos hasta la vía del tren habían unos 300 metros con corredores y escaleras de por medio. Durante esas dos horas de espera planeamos la forma de conseguir lugar para nuestros bolsos. Caminar rápido para ganar lugares y llegar lo antes posible a nuestro vagón, para tirar las “pequeñas” mochilas que llevábamos en los guardabultos disponibles. La hora de abrir la puerta se aproximaba y nos inquietábamos; cada vez llegaban más chinos con mucha carga, todo el mundo apretaba, se apelotonaba, y de a poco muchos se iban colando, no más panchos por el costado. Nosotros puteábamos y nos poníamos ansiosos. En eso sonó la campana, se abrió la puerta y empezó el embudo, la desesperación por hacernos lugar en el enjambre de gente. A pararse rápido, mochilas al hombro, mochilita a la mano, matera, la bolsa de la comida, la otra bolsita. "¿Estamos listos? ¿No nos olvidamos de nada? A correr! Nos vemo en el tren". Esos 300 metros fueron largos, la adrenalina nos permitió hacer todo ese trecho corriendo sin sentir el peso de los bolsos. "Permiso, permiso". Los chinos estaban listos para colarse, apretar y empujar pero no para correr. Fuimos pasando uno a uno hasta llegar a nuestro vagón, entregamos el ticket, veníamos bien pero no sabíamos cuántos chinos ya habían subido, ni cuánto lugar había para nuestros bolsos. Sin aflojar el paso subimos; estaba casi vacío, sólo faltaba acomodar los bolsos antes de que llegara la ola de chinos. Se ve que ya estamos bien sincronizados entre los cuatro, logramos colocar todo, apenas nos sentamos se empezó a llenar el vagón y los chinos puteaban porque no tenían lugar para sus cosas. Por suerte había un policía que defendió el lugar de nuestros bolsos.

El viaje fue malísimo: los asientos duros, los baños… para qué mencionarlos, mejor dejarlos en el olvido. Fueron 16 horas muy largas, no descansamos en lo más mínimo. Lo peor era que no sabíamos a dónde estábamos yendo, no teníamos ningún hostel de referencia para quedarnos ni sabíamos a ciencia cierta si podíamos ir desde ahí a Jiuzhaigou o no.

Cuando llegamos a la estación de Mianyang no encontrábamos a nadie que hablara inglés, como para que nos orientara un poco. Todo un problema. Queríamos encontrar la terminal de ómnibus a Jiuzhaigou y saber cómo llegar hasta ahí para comprar los boletos. Era imposible hacernos entender y entenderlos a ellos. Entre señas, dibujitos y expresiones nos entendieron. Averiguaron que el ómnibus salía en media hora y la terminal quedaba lejos. Así que un señor agarró su auto (nunca entendimos si era una especie de remise o un particular) y nos dijo que nos llevaba. Nuestra primera reacción fue "how much?", "free, free", nos contestó. Obviamente desconfiamos y nos dimos media vuelta, pero había un policía que nos estaba ayudando desde que habíamos llegado y nos dijo que fuéramos en ese auto.

El tipo nos llevó a los pedos porque no llegábamos. Ya en la estación, le agradecimos pila, también como pedo y fuimos a sacar los boletos. Después de más dibujos, gestos y expresiones en la ventanilla entendieron lo que queríamos, pero ya no había más ómnibus hasta la mañana siguiente. Compramos los boletos y preguntamos por un hostel para pasar esa noche, pero sólo sabían de hoteles que quedaban lejos.

Decidimos ir a la calle para buscar por nuestra cuenta. Caminamos media cuadra y se nos acercó un tipo, como para ver si precisábamos algo, otra vez entre señas y con algunas frases en chino de la lonely planet, le preguntamos por un hostel en la vuelta. Este tipo también nos ofreció llevarnos en el auto. Y ahí vamos otra vez nosotros: "how much?" y el tipo "free, free"; Esta vez confiamos, aunque no podíamos creer que nos pasara de nuevo lo mismo; dos se quedaron con todos los bolsos y los otros dos fuimos con el hombre. Nos llevó a un hotel barato que quedaba a una cuadra! Fuimos a buscar las cosas y nos quedamos ahí.

Estamos súper impresionados con todo este episodio. Las dificultades de comunicación, el hacernos entender a través de señas y dibujos. La generosidad y la preocupación de los locales, que se tomaron el tiempo para explicarnos, para alcanzarnos hasta donde necesitábamos. Quizás parte de ese interés que generamos era la típica curiosidad que caracteriza a los chinos, porque éramos como bichos raros, no había turistas por ahí, parecía una localidad productiva e industrial; pero la verdad, nos sorprendió mucho la amabilidad de esa gente.

martes, 21 de abril de 2009

PUESTA A PUNTO

Hola a todos!
Estamos en Songpan, un pueblo tibetano que est'a en la provincia de Sichuan, en el centro de China. Maniana arrancamos una traves'ia de dos d'ias a caballo por campos chinos! entre montanias y lagos. De ac'a, seguimos hacia Kunming, probablemente 'esta sea la 'ultima ciudad de China que visitaremos. De ah'i nos vamos a Vietnam, la idea es llegar alrededor del 28.

abrazo

PD perd'on por las tildes y las enies

lunes, 20 de abril de 2009

JIUZHAIGOU

Estuvimos dos días en Jiuzhaigou, una reserva natural en el centro de China, en la provincia de Sichuan. El lugar no tiene parangón jeje

montañas, picos nevados, cascadas, arroyos y lagos de colores

Parafraseando el archi-utilizado dicho popular "una imagen vale más que mil palabras", vamos a compartir varias fotos con ustedes, porque es difícil resumir en pocas frases tanta cosa linda!


Fotos parque Jiuzhaigou

Fotos entorno Jiuzhaigou

jueves, 16 de abril de 2009

SEDE DE LAS PRIMERAS DINASTIAS CHINAS

XIAN
Fotos


Después de visitar Pingyao, seguimos adentrándonos en tierras chinas y llegamos a Xian. Estuvimos varios días arrastrando un estado gripal que nos obligó a hacer un “parate” cuando llegamos a esta ciudad. Estuvimos los dos primeros días adentro del hostel; pero no sufrimos demasiado por esto porque lo único que queríamos era dormir. Al tercer día, ya más repuestos, fuimos a conocer a los Guerreros de Terracota; son la atracción más importante en Xian, están considerados la "octava maravilla del mundo". Son cientos y cientos de estatuas hechas de tierra cocida, que fueron encontradas bajo tierra. Fue el primer emperador de la dinastía Qin, Qin Shi Huang, el que ordenó crearlos.

Hay figuras de guerreros y también de caballos, son todas de tamaño natural. Cada guerrero pesa más de 300 kilos y su altura media es de 1,86 metros. Lo que más nos impresionó es que las estatuas son todas diferentes; unos guerreros tienen rasgos jóvenes, otros parecen más veteranos, unos más gordos, otros más flacos, con distintos peinados - que indicaban su rango – todos en diversas posiciones de combate.


Hay tres fosas, nosotros empezamos por la segunda, después hicimos la tercera y por último la primera, que es la más grande y llamativa.


En la segunda fosa se muestra el trabajo de arqueólogos, guerreros y caballos rotos, reconstrucciones, etc; pero no vimos a nadie trabajando. Lo que está bueno de esta fosa es que hay algunos guerreros en escaparates de vidrio, donde te podés acercar y ver los detalles con que fueron hechos y las diferencias entre unos y otros. En la tercera fosa se ven varios guerreros y generales con caballos. Después fuimos a la primera fosa, que es la más impactante porque tiene el malón de guerreros paraditos formando un ejército. Así estaban en un origen, como protegiendo la tumba del emperador Qin Shi Huang (que queda a un par de kilómetros de ahí). En una invasión posterior, encontraron ese ejército (que estaba escondido bajo tierra) y lo destruyeron en parte y volcaron estatuas. Parece que con mucho “laburo chino”, los arqueólogos reconstruyeron la mayoría.

Frente a esta obra humana tan magnífica y pensando también en la muralla china, nos surgió una inquietud: estos lugares que hoy son considerados maravillas fueron fruto de mucho esfuerzo y trabajo de cientos de chinos… y antojo del emperador de turno, que invertía muchos recursos para hacer estas construcciones tan impresionantes. La pregunta que nos surge es el costo de cada una de estas obras y el fin que tenían. Todas eran para goce de sí mismos o para cuidado de su imperio… parece egoísta; pero no dejan de ser impresionantes los lugares.

Después de ahí nos fuimos a conocer el Huaqing Hot Spring, un parque donde parece que el emperador Xuanzong (685-762) llevaba a sus amantes. El lugar es bien lindo. Como otros parques que visitamos, combinan verde, rocas, lagos y construcciones típicas chinas. Está en la falda de un cerro, a las afueras de Xian. Obviamente se paga entrada, como todo en China. Por suerte con tarjeta de estudiante la gran mayoría de las cosas sale más barata. Después subimos en teleférico hasta la cima del cerro, por supuesto había que pagar un ticket extra, nos dimos el gustito para tener una vista panorámica de la zona. Y quizás después bajar caminando. Cuando llegamos arriba resulta que si querías salir del mirador hacia el cerro para bajar, te cobraban una tercera entrada! No podíamos creer! Encima no se veía nada, porque había mucha niebla. Alex empezó a putear y les hizo señas a las que cobraban la entrada a ver si le cobraban por cagar también. Majo dijo que iba a crear un grupo en Facebook que se llamara “odiamos los ticket office de China!!!” Bajamos otra vez en el teleférico y al rato nos sacamos la calentura, la verdad que estamos disfrutando de terrible viaje, no da para calentarse.


Al día siguiente fuimos a pasear por arriba de la muralla en bicicleta. Primero que nada, pagar la entrada, obvio! y después arriba alquilás la bici para la recorrida; hay chibas convencionales y otras de dos asientos, una de estas alquilamos nosotros. Casi nos morimos pedaleando los 14 kms de los cuatro costados de la muralla, no sabemos si es que estamos fuera de forma o nos afectó un poco la altura; pero estuvo divertido.

Nos llamó mucho la atención la cantidad de demoliciones que vimos; muchos escombros, muchas grúas de construcción. La edificación permanente no solo nos llamó la atención acá, sino en todo el país. Parece que China va cambiando a pasos agigantados; no sabemos si es que va progresando, pero las construcciones no descansan. El monstruo se está despertando… se viene la próxima potencia mundial; por suerte son poquitos, no? Sólo unos 1.600 millones.

Queríamos ver algún espectáculo artístico en China, así que una noche nos fuimos a ver una presentación de música y danza típica de la dinastía Tang. Fue un poco corto, solo duró una hora, pero estuvo buenísimo. Había más de setenta personas en escena, entre músicos y bailarines. La mayoría de los instrumentos que tocaban eran raros para nosotros, típicos de estas zonas. Y muchas de las danzas eran con cintas de colores, nos preguntamos si la danza con cinta se habrá originado acá.

En Xian tuvimos que hacer todo un replanteo del resto del viaje. Queríamos ir al Tibet, pero se complicó demasiado. Había que sacar un permiso especial para entrar y solo podíamos ir en tour, obviamente todos eran carísimos, así que descartamos esa opción. Entonces dijimos de ir a dos ciudades tibetanas (en provincias chinas) Xiahe y Langmusi y hacer ahí un horse trekking por campos chinos. Después de sacar el boleto de tren nos enteramos que estas ciudades estaban cerradas a los turistas extranjeros. Odiamos al gobierno chino por un buen rato y después tratamos de armar una tercera opción. Al final decidimos ir un poco hacia el sur y tratar de llegar a Jiuzhaigou, una reserva natural enorme con lagos de colores que habíamos encontrado en Internet cuando buscamos información en Uruguay. Cambiamos el boleto de tren para Mianyang, que nos pareció la ciudad con estación de tren más cerca de Jiuzhaigou.

El día que nos íbamos aprovechamos para conocer la Pagoda de la Oca Salvaje. Lo más lindo del paseo no fue la pagoda, definitivamente, sino todo el entorno de parque y peatonales donde encontramos otra vez decenas de chinos y chinas bailando y haciendo deporte. Así nos despedimos de Xian que supo ser la capital antigua de China, hoy una ciudad moderna pero con mucha historia.

sábado, 11 de abril de 2009

NICHOLAS ENTRA OTRA VEZ A LA CANCHA (PINGYAO, CHINA)

PINGYAO, CHINA

Este destino tuvo un ingrediente particular; además de nosotros, Gaby y Andrés, se nos sumó Nicholas, al chino que conocimos en el tren Shangai-Beijing. Estando en Beijing fuimos a tomar una cerveza con Nicholas, para despedirnos. Cerveza va, cerveza viene, Nicholas va, Nicholas viene. Nos insistió que nos quedáramos un día más en Beijing, le dijimos que nuestro próximo destino era ir a Pingyao por el día, que ya teníamos los boletos; lo invitamos y se prendió, le costó mucho decidirlo, como 3 minutos! Le colgó la idea así que a la siguiente noche dejamos la Capital rumbo a Pingyao junto con Nicholas. Creo que lo distinto de éste destino fue haberlo compartido con él, el viaje en tren y el recorrido la ciudad.

En sí la ciudad no nos atrajo demasiado; es antigua, muy histórica y turística, pero es gris, sucia y está bastante destruida. De todas formas no deja de ser un lugar con sus atractivos ya que fue uno de los puntos fuertes de China antigua, donde comenzó el mercantilismo.

Una de las anécdotas memorables de éste tramo fue el viaje al tren. En China hay cuatro tipos de trenes, la clasificación es según la edad del tren, la velocidad crucero, la calidad del servicio, la cantidad de paradas, la comodidad del tren y el precio. Como buenos ratones habíamos comprado boletos para el tren más barato, al que Nicholas nos aconsejó hasta el cansancio que no usáramos más. Por ser el más barato, es el más incómodo, donde se aglomera más gente y donde se juntan todas la variables para simplificarle el trabajo a los pungas (ladrones). De todas formas fue una forma de conocer otras caras de China que hasta ahora no habíamos visto en demasía.

Por la noche, Nicholas ya se había vuelto a Beijing y nosotros emprendimos viaje hacia Xian.

viernes, 10 de abril de 2009

BEIJING, LA GRAN MURALLA CHINA

BEIJING, LA GRAN MURALLA CHINA
Fotos

El jueves de Semana Santa nos fuimos a la Gran Muralla China; al sector más alejado, menos turístico y más original (no está casi reconstruido).
Partimos muy temprano y guardamos el desayuno para la llegada. Nada mal: yogurt y galletas sobre la muralla china. Y después, por supuesto, arrancamos un mate!
Un día extraño. Los que somos cristianos esta semana recordamos de una forma especial a Jesús; un hombre que dio la vida y que rompió muchísimas barreras. Por otro lado disfrutábamos de ver la muralla más impresionante construida por el hombre; entre paisajes, ladrillos y rocas, miles de horas de trabajo humano acumuladas en ese paraíso.

miércoles, 8 de abril de 2009

CUNA DE EMPERADORES


BEIJING

Es una ciudad más alargada que Shangai; no tiene tantos rascacielos; las edificaciones son enormes también, pero hacia los costados.

Por ser la morada de varios emperadores Beijing construyó edificaciones y plazas impresionantes; espacios dignos para que ellos vivieran, visitaran, vacacionaran y rezaran. Parece que cada uno quiso dejar su marca registrada con alguna construcción, lago o jardín. Esto hace que hoy Beijing tenga lugares fabulosos, llenos de detalles y de mucha calidad.

Las calles de esta capital están flanqueadas por edificios grandes, cuadrados y en tonos de grises. En los espacios públicos se ven muchísimos policías y militares, hay mucho control por todos lados; cruzar una calle es una odisea porque están la mayoría valladas, salvo en determinados puntos donde se puede cruzar… todo esto está bueno por la seguridad, pero a la vez es extraño, se respira un cierto aire estricto pero el ambiente es súper pasible y agradable. El sistema político nacional se hace sentir más por estos lares. Shangai es una ciudad más cosmopolita, Beijing se siente más comunista, con una gran devoción por Mao Tse-tung. Y por ejemplo, todos los días es un acontecimiento alzar y bajar la bandera de la plaza Tiananmen (donde está el mausoleo de Mao), los militares marchando y haciendo el protocolo correspondiente.

En cuanto a los chinos, seguimos viviendo experiencias muy buenas. En el tren de venida conocimos a Nicholas, quien nos contó mucho de Beijing y de otros lados de China. Al salir de la estación averiguó cómo teníamos hacer para llegar a nuestro hostel. Habló con otro citadino que justo iba en nuestra dirección; este segundo no sabía una pizca de inglés, pero nos guió, nos esperó cuando nos retrasábamos (porque veníamos con todas las mochilas), y hasta nos pagó el ticket del subte a los cuatro! no nos dejó darle el dinero, quedamos híper impresionados.

Al día siguiente coordinamos con Nicholas para recorrer algunas partes de la ciudad, caminamos por las calles del barrio histórico y nos llevó al parque de Beihai; de noche recorrimos una zona de bares y pubs que están sobre un lago; el ambiente es muy agradable! Después nos invitó a comer comida típica china pero evitando las comidas que nos impresionaban y todo lo picante. Cuando decimos que nos invitó es porque insistió en pagar él, una muestra más de su hospitalidad.

Los siguientes días recorrimos solos. Uno de los lugares visitados fue la Ciudad Prohibida. Hace menos de 100 años entrar ahí podía costarte la vida, ahora solo cuesta un ticket. Es una ciudad de 72 hectáreas, rodeada en su totalidad por una fosa y una muralla. Tiene muchas edificaciones en el interior, cada una construida con un propósito, la sala de festividades, la de asuntos políticos, el sector para vivienda, etc. Los colores que predominan son el amarillo y el bordo, que significan el poder y la sangre respectivamente. Era inusual que los emperadores salieran de la ciudad, por eso el sitio tenía tantas edificaciones y jardines.

Al atardecer fuimos a la plaza Tiananmen a ver el momento en que bajan la bandera. Se realiza un importante despliegue militar para el acontecimiento. Esta plaza es simplemente un pedazo inmenso de cemento, pero tiene mucha historia cargada, lo que la transforma en un símbolo muy importante. Esta vallada y para acceder a ella se debe pasar por controles policiales. En esta plaza, por ejemplo, Mao hacia formar a un millón de militares. En torno a la misma se encuentra la ciudad prohibida, museos y el mausoleo de Mao.

Lugares por recorrer en estos días: el templo del cielo, la gran muralla china, el palacio de verano, el mercado de la seda. El viernes de noche nos vamos a Pingyao por el día y luego seguimos a Xian a conocer a los Guerreros de Terracota.

martes, 7 de abril de 2009

LA VENECIA DE CHINA (SUZHOU, CHINA)

SUZHOU, CHINA
Fotos

Estando en Shangai nos fuimos por el día a Suzhou. Dicen que es la Venecia de China porque tiene decenas de canales por toda la ciudad con botes que van y vienen. Es muy conocida por sus jardines; son como museos verdes, grandes y bien cuidados. Hay que pagar entrada para ver cada uno. Es una de las cunas más importantes de la seda china, por lo que una de las paradas obligatorias fue el Museo de la Seda. Después visitamos un templo con un mirador desde donde se puede apreciar buena parte de la ciudad. Desde ahí se veía todo bastante gris y apagado, pero la siguiente visita contrastó esta apreciación: “el jardín del administrador humilde”. Un jardín inmenso, muy bien arreglado. Lagos, casitas, parques, pájaros, árboles. Un paraíso en medio de todo ese gris, era una isla, fue muy agradable todo el paseo por ahí.De ahí nos fuimos a un “imperdible”, el paseo en barcaza por los canales de la ciudad, al mejor estilo veneciano. Como siempre todo empezó con el ya clásico regateo. Con el primer precio que nos tiraron largamos una carcajada que ni ellos se aguantaron y también se empezaron a reír; empezaron a bajar y después de darles un par de oportunidades comenzamos el contra ataque. Arreglado el precio, emprendimos nuestro paseo. La conductora era una señora de unos 50 años, era con un solo remo que sale por la parte trasera del barquito, nos enseñó a remar y aprovechó para descansar y reírse de nuestra torpeza, mientras que nosotros tratábamos de avanzar un poco. Al rato, vino la yapa, nos empezó a cantar con una voz muy aguda, típica de la música china, fue un paseo muy distendido y lindo.

domingo, 5 de abril de 2009

La otra ciudad luz

SHANGAI
Fotos

Comentarios y anécdotas hay miles, por lo menos vamos compartiendo las fotos. Por lo pronto China nos resutló mucho más amigable de lo que creíamos

LA OTRA CIUDAD LUZ (SHANGAI, CHINA)

SHANGAI, CHINA

Shangai fue nuestra puerta de entrada a Asia. Una megalópolis de apenas 20 millones de habitantes, ¡una locura!

Estuvimos cuatro días conociendo esta ciudad impresionante. Las zonas céntricas y turísticas son lindísimas; hay un montón de espacios verdes bien arregladitos y edificios con diseños originales y súper variados.

Las plazas son los lugares de esparcimiento por excelencia. Dejan sus cosas en un costado (camperas, bolsos, etc.) y se ponen a a hacer tai chi, a jugar al badminton o simplemente a bailar, acompañados por un equipito de música; también salen a correr (de equipo deportivo o jeans, da lo mismo!). En algunas plazas encontramos además aparatos para hacer ejercicios, como si fuera un gimnasio abierto para todo público. La verdad que hay que sacarse el sombrero, en este sentido los chinos son súper saludables.
Vaya uno a saber por qué, pero los occidentales llamamos la atención en China. Encima la gente parece que no tuviera vergüenza, se acerca a mirarte, pero no disimuladamente, ¡se para a 5 centímetros de tu cara! Le llamás la atención por alto (imagínense al flaco con 1.96 mts), porque hablás distinto, y obviamente lo que llama más la atención: el mate, esa “cosa rara” con la que salimos copados para todos lados. Se te acercan para hablarte amigablemente - sobre todo los que saben inglés - se presentan, te preguntan qué hacés, de dónde venís, a dónde vas… ¡Son muy curiosos! Pero además, es como si no tuvieran noción del espacio vital del otro; claro, acá son chiquicientos millones, quizás es común pararse a 3 centímetros del otro. Más allá de esto, creemos que no es tan mala su libertad para mirar, para decir, para reírse de vos o de ellos mismos cuando se paran al lado tuyo; parecen bastante naturales, los occidentales somos más medidos.

En general son sucios; los hostels, las calles, los lugares de comida (los baratos, que son los que frecuentamos) dejan un poco que desear en este sentido. Tiran basura a la calle (como nosotros), pero a la vez siempre ves algún barrendero limpiando; aunque vimos a varios que no se esmeraban mucho en sus tareas de limpieza. Hay tachos separados para lo reciclable y lo no reciclable, pero no se respetan mucho (como nos pasa a nosotros también). Nos encontramos con gente revisando los tachos de basura para “rescatar” algo, al igual que allá.

Nos reímos del apretuje de chinos en los metros y en los buses. Pero no saben lo que éramos nosotros dos más Gaby y Andrés adentro de un cajero de medio metro por medio metro, para entender cómo sacar plata; ¿nos estaremos mimetizando? jaja

El transporte oficial es el bi-rodado: bicicletas y motos, de las convencionales y eléctricas. Son muy desprolijos manejando, doblan en cualquier lado, no respetan cebras, ni semáforos, apenas respetan a los inspectores que en lugares estratégicos intentan ordenar la maraña de vehículos y peatones. Pero para nuestra sorpresa, no vimos accidentes; se pasan a tres centímetros, pero no se tocan, son buenos equilibristas jaja. Vimos algunas bicis de modelos nuevos, pero la gran mayoría son viejas y sin cambios.

EL ARTE DEL REGATEO. A esta altura ya tenemos mil anécdotas. Por cualquier cosa te quieren cobrar y todo lo tenés que regatear. Lo típico es que si mirás un producto en un puestito más de 3 segundos, arrancan la historia: “Hello, how much? It is cheap!!! Buy it, ok, your are my friend, I´ll give you a price because you´re my friend. $800… “; de ahí en más el cause de la conversación se puede ir para cualquier lado. No entienden que sólo quieras mirar por mirar o preguntar por curiosidad; si se dieron cuenta de que viste algo, te agarran del brazo, te persiguen, te acosan! Las respuestas nuestras empezaron siendo muy tímidas, pero de a poco fuimos aprendiendo de ellos, ya no tenemos “vergüenza” de nada, nos cagamos de la risa en la cara (exageradamente) por el precio que nos dicen, los puteamos, seguimos de largo como si no existieran o agarramos el producto, le tiramos un billete de 1 yuan (menos de $5 nuestros) y hacemos como que nos vamos, nos putean, nos dicen que estamos locos y no joden más (ésta es la solución más efectiva si te los querés sacar rápido de arriba; y de paso te divertís un rato jeje). Hay precios que los hemos bajado de 200 a 17, de 600 a 50 y los ejemplos son increíbles. La verdad que es todo un arte; por momentos es divertido, pero cuando estás cansado te ponen de mal humor, ¡son irritantes! Encontramos varias cosas baratas, después de la hora y media de regateo.

En general es una ciudad que nos gustó mucho, nos sentimos cómodos y seguros andando en la calle. Vimos mucha variedad: de lo moderno y lo antiguo, de lo ostentoso y lo humilde. Tiene metro para todos lados, es lo más práctico para moverse porque tiene las paradas escritas en inglés, además pasan uno atrás de otro, obviamente todos con gente y en las horas pico ni que hablar!

Cuando nos estábamos yendo de Shangai, íbamos en el metro vanagloriándonos de lo bien que nos manejamos en la ciudad, de que no nos habíamos perdido, de que le habíamos agarrado la mano sin grandes complicaciones. Y la vida decidió darnos una lección de humildad jajaja. Resulta que llegamos a la terminal de trenes y el nuestro ya se había ido! Eran las 10 p.m. y el tren partía 9.58. No lo podíamos creer! Lo peor es que lo perdimos por boludos; porque en realidad podríamos haber salido antes del hostel. Como estuvo todo el día lluvioso, recorrimos algo la ciudad, pero de tarde temprano ya nos volvimos para el hostel. Estuvimos sin hacer nada un buen rato, cocinamos para la cena (que comeríamos en el tren), chequeamos mails, jugamos al pool y salimos justos de tiempo.

Después de mojarnos bastante y encontrar el lugar donde cambiar el boleto de tren (que por suerte nos aceptaron sin multas) nos dispusimos a dormir algo en el hall de la estación, como muchos otros chinitos que estaban por ahí, no sabemos si también habrían perdido su tren. Un policía vino a decirnos que no nos quedáramos ahí y no entendíamos por qué, dado que había varios en la misma que nosotros. Por suerte le hicimos caso, porque lo que nos quería decir es que fuéramos a la sala vip, donde en vez de estar en el piso, teníamos unos sillones cómodos, donde sacamos sobre de dormir y pasamos la noche. Al día siguiente como a las 11 a.m. partimos para Beijing.

Lugares que visitamos en Shangai:
Nanjing Avenue - peatonal con centros comerciales y negocios de todo tipo. Por las mañanas se ve gente haciendo deporte y bailando; por la tarde-noche mucho movimiento comercial y de paseo.
El Bund.- sector financiero, torres altísimas; muchos diseños originales. De noche tiene una luminosidad increíble. Está al costado de un río; la vista es muy disfrutable caminando por la rivera de enfrente que tiene como una costanera.
Templo del Buda de Jade – donde recibimos las primeras explicaciones del budismo y vimos a muchos orientales haciendo ofrendas y rezos a Buda. Justo llegamos en una fiesta especial, era la semana en que se recuerda a los ancestros.
People´s Square - Es una plaza con jardines lindos. Está el Shangai Museum, donde vimos algo de historia y artesanías típicas. También está ahí la estación de metro más importante, donde se hacen transbordos de varias líneas. A las horas pico es un verdadero desafío moverse entre las hordas de personas que van y vienen; si se te cae algo al piso ni intentes agacharte, porque morís aplastado por tres millones de chinos.
People´s Park – Está al costado de people´s sqare. Tiene un sector que es muy visitado, para pasear, para hacer deporte hasta para dormir una siestita!
El barrio histórico – donde vimos las construcciones más tradicionales. Está convertido en un centro comercial, puestitos uno al lado del otro; todo te ofrecen, todo hay que regatearlo.

martes, 31 de marzo de 2009

Conociendo bajo nieve


CHICAGO
Fotos

Después de estar dos días en Miami, volamos a Chicago, donde nos quedamos dos días también, antes de arrancar las andanzas asiáticas. No nos había dado tiempo de averiguar antes, pero queríamos tratar de quedarnos en la casa de algún socio de Hospitality Club; es gente de diversas partes del mundo que hospeda a turistas que visitan las ciudades donde viven, y cuando viajan se quedan en la casa de otros… como una especie de intercambio. Nos parecía divertido y además así nos ahorrábamos el hospedaje. Escribimos desde Miami, solo 2 días antes y tuvimos suerte! Encontramos a alguien que nos aceptó; era todo un personaje, pero estuvo bueno.

Terminamos en la casa de Jerry, un sicólogo excéntrico que vive solo. Viajó por más de 60 países y vivió con algunas tribus indígenas; tiene su casa decorada con recuerdos y artesanías del mundo y escucha música multi-étnica. Fue súper hospitalario, nos llevó a cenar a un restaurante vietnamita, nuestra primera experiencia de comer con palitos… para ir aclimatándonos. Nos recorrió por la ciudad un buen rato y nos hacía explicaciones de todo. Nos hizo cuentos de su viaje a China y nos mostró cientos de fotos. Y hasta nos prestó ropa para enfrentar la tormenta de nieve que nos agarró el día que teníamos para recorrer la ciudad.

Definitivamente no veníamos preparados para ese frío, el supuesto año de verano se nos fue al carajo ja, pero igual salimos a recorrer el centro de la ciudad caminando!! Creímos que íbamos a ser los únicos locos, pero no, los chicaguenses nos superaron, nos topamos con una maratón bajo la nieve!!!
En realidad no es común que nieve en esta época del año en Chicago, fue una tormenta anormal. Ellos están acostumbrados porque siempre nieva en sus inviernos… nosotros estábamos como nenes con chiche nuevo, casi armamos un muñeco de nieve, pero teníamos miedo de morir congelados en el intento jajaja

Jerry nos recomendó que participáramos de festivales y fiestas populares, porque es una de las mejores formas de introducirse en la cultura de un lugar, vamos a ver si tenemos suerte y nos encontramos con celebraciones locales.

Chicago es una ciudad muy linda desde el punto de vista arquitectónico; pero además se nota un amor muy fuerte por el arte y la música. Dicen que es la cuna del blues; porque hacia ahí se trasladaron muchos negros esclavos, buscando libertad y formas de expresarse, entre ellas la música.

En la ciudad hay un tercio de blancos, un tercio de negros y un tercio de latinos (bastante más de lo que pensábamos). Pero además, hay varias etnias: vietnamitas, indios, rusos y descendientes de indígenas autóctonos.

Nos movimos con bastante facilidad; el subway es un placer, además hay bastantes buses. Esta vez no nos perdimos!!! La gente es súper atenta, cada vez que preguntábamos nos explicaban todo y nos daban detalles. Igual, tener un mapita de la ciudad y alguna guía es fundamental para sacarle jugo al lugar.

En fin, nos quedamos con ganas de conocer más Chicago, de escuchar blues en vivo, de ver más arte en los museos, de caminar al borde del Chicago River, de pasear por el lago Michigan, de conocer más gente… parece ser una sociedad sumamente amable.
Con Chicago dejamos atrás los lugares relativamente “familiares”, el inglés, el español como segunda lengua en el ambiente…Y nos adentramos en el mundo asiático, en la inmensa China, en el lenguaje de ideogramas… Todo es un desafío más que interesante para nosotros, qué lindo poder vivir esto!!!

viernes, 27 de marzo de 2009

Miami


MIAMI
Fotos

Arrancamos la aventura… el primer destino: Miami. De entrada el ambiente fue familiar, porque nos quedamos en la casa de una prima de alex, Mari, que queda en una zona céntrica, de torres altas y lujosas, cerca de Downtown, al costado del Miami River.

Mari vive sola, pero también estaba de visita su novio uruguayo, Santiago.
Ambos nos orientaron en todo, nos recorrieron por la ciudad y nos llevaron de compras; necesitábamos equiparnos de algunas cosas, algo de electrónica y otro poco de ropa y calzado jej (compramos un disco duro externo, un convertidor para pasar video a la compu, una memoria miniSD para celular, championes livianos, medias, ropa interior).

¿Qué nos impresionó de Miami? Que el ruido amiente es latino, muy latino! En el aeropuerto, en los negocios, en los restoranes, en la calle… se escuchaba mucho español. Obviamente la cantidad de latinoamericanos que vive en la ciudad es grande.

Otra característica que encontramos en el lugar, todo es ostentoso: casas, apartamentos, pero autos más que nada, a cuál más impresionante. Se respira consumismo jej, todo se compra y se tira en grandes cantidades, súper platos de comida con súper bebidas; últimos modelos de laptops y de i-phones. Consumismo que va de la mano de variedad, hay muchas opciones de todo, tanta que te perdés y no sabés ni qué elegir… Fuimos a Target (un mega supermercado), de todos los productos se ofrecían desde los mega paquetes hasta los más minis, con todo tipo de sabores y aromas, y todas las combinaciones que se te ocurran.

El paseo más lindo: ir a Miami Beach, qué playasss, qué color el agua! Estaba un poco nublado, pero con sol el agua era casi turquesa! Es la parte más típica, donde se ve la arquitectura de mediados de siglo XX, los edificios de colores pasteles de art decó. Ahí también encontramos mucha variedad, pero de gente!!! Blancos, negros, asiáticos, latinos, europeos, metaleros, hip-hoperos, multi-locos… se meten cualquier cosa encima, nadie se asombra. Estaba lleno de gente, porque eran las vacaciones de primavera y se armó un mega-festival de música tecno.

Visitamos también a Mariu, la otra prima de Alex, que vive con su familia (niky, que es el marido, y 3 hijos chicos). Justo era el cumple del más grande, Nicolas, así que festejamos juntos. Llegar a su casa fue toda una odisea. Porque su apartamento queda en una torre de cómo 100 apartamentos, en un complejo de 4 torres, en un predio de 3 o 4 hectáreas, que a la hora de recorrerlo nos pareció de 20! Obviamente teníamos mal el número de apartamento! Pero la prueba fue superada y llegamos solitos preguntando, como a Roma; cosa que no supimos hacer la primera vez que salimos solos.
Nuestra primera andanza sin acompañantes fue volver de Miami Beach en bus a la casa de Mari. Resultados tétricos! Nos perdimos, terminamos en otro barrio, bastante lejos, para peor ya se estaba haciendo de noche; por suerte parecía tranquila la zona. Tuvimos que llamar a la prima de Alex para que nos vaya a buscar, suerte que no vamos a correr en otros destinos. Si nos perdimos en USA, que hablan inglés y nos podemos hacer entender, no sé qué vamos a hacer en China! Jaj Ya les contaremos.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Itinerario

Compartimos el itinerario que planeamos, probablemente vaya variando, les iremos contando:

25 marzo 2009 salimos de montevideo
26 al 28 de marzo: Miami, EEUU
28 al 30 de marzo: Chicago Illinois, EEUU
31 de marzo al 4 de abril: Shangai, China
3 de abril por el dia: Suzhou, China
5 al 9 de abril: Beijing, China
10 al 12 de abril: Pingyao, China
13 al 15 de abril: Xian, China
16 al 22 de abril: Tibet, China
23 al 25: Chengdu, China (Jiuzhaigou, reserva natural de osos Panda)
25 al 27: Kunming, China
27 al 15 de mayo: Vietnam
15 al 20 de mayo: Cambodia
20 de mayo al 4 de junio: islas Phuket y Phi Phi, Thailandia
4 al 5: Bangkok, Thailandia
6 al 7: Rio Kwai, Thailandia
8 al 9: Bangkok, Thailandia
9 al 18: Nepal
18 al 23: India
23 al 27: Emiratos Arabes
27 al 4 de julio: Egipto
5 al 20: Grecia y Turquia
20 de julio: Europa

nada mal !!!